1⃣ Doble limpieza
Muchos creen que los limpiadores espumosos son mejores para la piel grasa, pero en realidad, los limpiadores espumosos no naturales pueden alterar la capa protectora de la piel y provocar que produzca aún más grasa. La eliminación del sebo puede desencadenar un ciclo en el que la piel produce aceite adicional para compensar lo eliminado.
Cambiar a un aceite o gel limpiador natural que emulsione, es decir, que forme ligeramente espuma al entrar en contacto con el agua, puede ayudar a que la piel grasa se sienta más equilibrada y produzca menos grasa.
Intente abandonar el hábito de pensar que la limpieza profunda es buena. Si tu piel se siente tirante después de la limpieza o sientes que necesita humectación urgentemente, tu rutina de limpieza es demasiado intensa.
¿Cómo hacerlo?
Por la mañana limpiarás tu piel sólo una vez. Pero por la noche, aunque no uses maquillaje, limpia tu piel dos veces: una con un producto a base de aceite, el desmaquillante. Y una segunda vez con el mismo producto que usaste por la mañana.
Necesitarás dos productos, uno a base de aceite y otro a base de agua.